Internet se ha convertido en el lugar al que a acudir cuando necesitamos satisfacer una necesidad o simplemente cuando queremos conocer más sobre algún tema. Sin embargo, debemos saber que cuando nosotros navegamos por la red en busca de datos de interés y utilizamos buscadores como Google para poder llegar a las páginas que más nos interesan, tan solo tenemos visible una mínima parte de lo que existe en la red.
Para que lo entendamos mejor debemos ver la web como un iceberg, estos son grandes en su parte visible, pero lo son aún más bajo el mar. Se estima que los datos web a los que tenemos accesos conforman solamente el 10% de la información de la web. La llamada Deep Web está conformada por todas aquellas páginas que no cuentan con vínculos para que las podamos encontrar, la gente que quiera acceder a una página en concreto debe saber cómo hacerlo.
Las páginas que comprenden la Deep Web no emprenden negocios legales. Es por ello, que acceder a la Deep Web es algo serio y peligroso puesto que podemos llegar a páginas que no queremos con contenido que no queremos conocer, al tiempo que damos la oportunidad a los hackers para atacar nuestro equipo con virus, dando acceso a datos personales como nuestra localización.
La Deep Web no es un juego. Por ello, a pesar de que existan tutoriales en los que muestran el modo de acceder a ella, es mejor que nos mantengamos alejados de los contenidos de las páginas que la conforman.
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