Imprimir fotografías es algo que puede ayudarnos a hacer nuestra casa y oficina más acogedora, sin embargo en muchas ocasiones cuando nos disponemos a imprimir una foto vemos que los resultados obtenidos no se corresponde con la idea que teníamos en un inicio.
Para que consigas el mejor resultado a la hora de imprimir tus fotos presta atención a estas recomendaciones:
Ajustar el tamaño
En muchas ocasiones cuando imprimimos una fotografía, esta no ocupa el tamaño que teníamos en mente. Para evitar que esto ocurra, lo más recomendable es que veamos el tamaño de la imagen y lo ajustemos a las dimensiones que estamos buscando.
Un truco para ello es acudir a Photoshop, pinchamos en imagen y tamaño de imagen apareciéndo un cuadro que nos facilitará la tarea de redimensionar la imagen.
Puntos por pulgadas
No debemos confundirnos, este aspecto no hace referencia a las dimensiones si no a la resolución. A mayor número de puntos por pulgas mayor calidad tendrá la imagen. Aunque en el ordenador la diferencia no sea tan notable, una vez impresa no pasará desapercibida.
Los valores que debemos poner irán en función de la imagen, sin embargo en la mayoría de ellas con 300ppp es suficiente.
Ajuste de color
Si no prestamos atención al ajuste de color podemos encontrarnos con que la fotografía presenta tonalidades diferentes a las que vemos en nuestro ordenador. Por ello deberemos fijarnos en que el perfil de color de la imagen y la impresora sea el mismo.
Tipo de papel
En este caso depende mucho del gusto. Podemos elegir un papel con acabado brillante, el que se utiliza comúnmente en fotografías, esto aportará un sensación más vívida en la que los contrastes tendrán protagonismo. En el caso de elegir un papel mate encontraremos que los colores son más reales y tendrá menos reflejos.
Con estas recomendaciones conseguirás imprimir tus fotografías al primer intento con la idea que tenías desde el principio.
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